La conversión del consumidor sostenible
Para comprender qué tipo de transformación se necesita para financiar la sostenibilidad hay que entender, en primer lugar, el comportamiento del consumidor. Vayamos al grano: la moda sostenible está en despegue gracias al compromiso sin precedentes del consumidor. Probablemente, dicha conversión en el comportamiento del consumidor se ha visto prolongada durante la pandemia de la COVID-19, que ha hecho que se vuelva a poner el foco de atención en prioridades medioambientales. Según un informe reciente de la organización McKinsey&Company titulado “Consumer sentiment on sustainability in fashion" (Opinión del consumidor sobre la sostenibilidad en el mundo de la moda), alrededor del 60% de la población ha realizado cambios en su forma de vida para reducir su impacto medioambiental. Alrededor del 65% de los encuestados declararon que son más prudentes que antes en lo que concierne al reciclaje y a la compra de productos con embalajes no contaminantes.
El camino hacia la financiación de la moda sostenible
En otro proyecto, la empresa de consultoría Boston Consulting Group y la plataforma Fashion for Good, que trabaja en pos de la innovación en la moda sostenible, presentaron durante el Foro Económico Mundial Davos 2020 su nuevo informe "Financing the Transformation in the Fashion Industry: Unlocking Investment to Scale Innovation". (Financiación de la transformación de la industria de la moda: desbloqueo de la inversión para aumentar la innovación). El informe puso de manifiesto que la promoción de la sostenibilidad requiere de inversiones anuales de entre 20 y 30 mil millones de dólares. Esta cifra resultaría en un modelo sostenible para el año 2030 que contaría con el desarrollo y la puesta en práctica de innovaciones transformadoras. Todo ello se haría mediante nuevos materiales, tecnologías y modelos de negocio.
Actualmente, el movimiento sostenible ya está presente en todas las industrias. La energía limpia tiene un papel importante en el sector energético; los vehículos eléctricos son ahora una realidad en la sociedad; existe ya una reducción del uso de plástico en los envases de los alimentos. Sin embargo, la implicación sostenible en la industria textil sigue siendo bastante baja a pesar de que la industria se encuentra en el punto exacto para que se inicie un movimiento de conversión a nivel mundial.
Aunque algunas compañías del mundo de la moda han progresado en cierta manera, la industria como tal no ha asumido el cambio necesario para cumplir con los objetivos climáticos, las exigencias de los accionistas y las regulaciones estatales. Para lograr la conversión se necesita una mayor inversión en el mundo de la moda y en tecnologías textiles a través del capital disponible. Como indica el gráfico abajo, esto causa un desequilibrio en algunos sectores de inversión y hace que muchos innovadores se vean en un déficit de financiación que dificulta su habilidad de desarrollar y ampliar innovaciones. Además, los innovadores están dirigiendo la mayor parte de sus esfuerzos a cubrir el déficit entre el capital de riesgo inicial y la financiación en la fase final.
“Aunque se hayan tomado las primeras medidas, el mundo de la moda debe adoptar la innovación y acelerarla para asegurar el futuro de la industria". Sebastian Boger, uno de los directores generales del Boston Consulting Group y socio del grupo, dijo que "haciendo esto se crean grandes beneficios sin explotar para aquellos que pueden capitalizar el inminente cambio tecnológico".
"Existen en la actualidad soluciones revolucionarias que ofrecen grandes avances hacia la circularidad; las oportunidades de inversión y desarrollo de estas soluciones en la industria son inmensas. Este influyente estudio proporciona puntos de vista importantes y una clara llamada a la acción a todas las partes actoras para que, conjuntamente, generen innovación” dijo Katrin Ley, directora ejecutiva de la plataforma Fashion for Good.
Encontrar soluciones para todos los niveles de inversión
Son las propias marcas de la industria las que actualmente se ponen a disposición de los innovadores para darles una mayor asistencia. De esta manera, desarrollan y aumentan oportunidades de comercialización; alcanzan así un intercambio entre acuerdos e inversiones directas. El informe del Boston Consulting Group y de la plataforma Fashion for Good ratificó que la unión y la organización podrían ayudar a los innovadores a obtener el apoyo financiero necesario y también pueden ayudar a las marcas a conseguir un acceso más eficiente a las tecnologías escalables, lo que resultaría en una situación mutuamente beneficiosa. La meta del financiamiento debe ser la de alcanzar una rentabilidad atractiva y un impacto cuantificable con un riesgo manejable, todo ello con la ayuda de todas las partes actoras del sector textil.
No debemos olvidar que, históricamente, la industria de la moda se ha visto relegada a la reducción de costes y ha pagado pocos intereses a las nuevas tecnologías, lo que ha obstaculizado su desarrollo a medio y largo plazo. Sin embargo, nos encontramos en un momento perfecto para que los inversores y las compañías que apuestan por la innovación consigan establecer un equilibrio entre costes y sostenibilidad.
En cuanto a posibles soluciones, el estudio precisa varias iniciativas interesantes: una colaboración supraestructural que incluya marcas, socios de la cadena de suministro, inversores e innovadores, y que todos se centren en crear un ecosistema enfocado a la innovación. Otras iniciativas incluyen el ajuste de inversiones en perfiles de riesgo-rentabilidad y la creación de financiamiento mixto con capital público. Contar con algunas marcas que lideren la demanda tecnológica; o, por ejemplo, propiciar una colaboración más estrecha entre cadenas de suministro e innovadores para promover el intercambio de conocimiento del equipamiento tecnológico o incluso el intercambio de capital. Indudablemente, la industria de la moda debe acelerar su transformación hacia la sostenibilidad y, sobre todo, hacia prácticas circulares.
Autor: Luis Lazarich
Editor: Kristen Tadrous
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Referencias:
Boger, S. y otros. 2020. Financing the Transformation in Fashion (Financiación de la transformación de la moda). BCG. Disponible en: https://www.bcg.com/en-ao/publications/2020/financing-transformation-fashion-investment-scale-innovation [con fecha del 3 de noviembre de 2020].
Cernansky, R., 2020. How to mend sustainable fashion's multi-billion dollar funding gap (Cómo reparar la brecha de financiamiento de millardos de dólares en el mundo de la moda sostenible). Disponible en: el https://www.voguebusiness.com/sustainability/how-to-mend-sustainable-fashions-multi-billion-dollar-funding-gap-adidas-prada-stella-mccartney [con fecha del 4 de noviembre de 2020].
Granskog, A. y otros. 2020. Encuesta: Consumer sentiment on sustainability in fashion (Opinión del consumidor sobre la sostenibilidad en el mundo de la moda). McKinsey & Company Disponible en: https://www.mckinsey.com/industries/retail/our-insights/survey-consumer-sentiment-on-sustainability-in-fashion [con fecha del 6 de noviembre de 2020].
Ley, K., Van Mazijk, R., Boger, S., Watten, D., Martinez Pardo, C., & Zuo, C. (2020). FINANCING the Transformation in the Fashion Industry (Financiación de la transformación de la industria de la moda). Recuperado con fecha del 4 de noviembre de 2020, https://fashionforgood.com/wp-content/uploads/2020/01/FinancingTheTransformation_Report_Digital_FINAL_Embargo_compressed.pdf
Preuss, S. (2020, 6 de septiembre). Bridging the billion dollar gap (Un puente sobre la brecha de los mil millones de dólares). How to fund sustainable fashion (Cómo financiar la moda sostenible). Recuperado con fecha del 1 de noviembre de 2020, https://fashionunited.com/news/business/bridging-the-billion-dollar-gap-how-to-fund-sustainable-fashion/2020012431824
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