Actualmente, la globalización es un factor importante que impulsó cambios en sectores como por ejemplo en la industria textil. Esta industria cambio su cadena de suministro, descentralizando su fabricación localizándose en países con bajos salarios de mano de obra y con puertos estratégicos que permitan la comercialización a bajo costo y con mayor rapidez, así logrando aumentar las ganancias. Por ello, es común ver que la mayoría de las prendas que se venden alrededor del mundo tienen la famosa etiqueta “Made in China”.
Según el informe de la Organización Mundial del Comercio, el continente asiático representó un 59,2% de la producción mundial de ropa el 2019. Específicamente, el país de China se coloca como el primer país exportador de ropa con $158B, seguido por Bangladesh con $33B, Vietnam con $28B y la India con $17B. (Howmuch.net, 2020)
A consecuencia del aumento de fábricas en estos países, los impactos negativos crecieron proporcionalmente. La población de estos países se encuentra enfrentando problemas como la contaminación de sus aguas, aire y explotación de recursos. Según fuentes oficiales del Ministerio de Protección Ambiental, en el 2015 la industria textil China fue la tercera fuente de aguas residuales, vertiendo alrededor de 1,840 billones de toneladas de aguas residuales al medio ambiente.
Por ejemplo, de acuerdo con un reporte de la CNN, los países de China, Bangladesh y la India presentan ríos completamente negros debido a la contaminación de las industrias en las ciudades. El principal problema es el desecho de aguas residuales de fábricas textiles sin tratamiento, las cuales terminan en los ríos llenos de químicos cancerígenos, tintes y metales pesados que contaminan el agua para el consumo humano.
Como caso particular es el río Citarum, ubicado en Indonesia y conocido como el río más contaminante del mundo. Según un reporte elaborado por DW, alrededor del río se encuentran 500 fábricas textiles que vierten diariamente sus aguas residuales al rio. El equipo de “Green Warrios” no solo analizaron el agua del rio, sino también el arroz cultivado y cabello de niños, cuyos resultados fueron alarmantes. Como consecuencia de la gran cantidad de químicos nocivos encontrados como sulfato, las cifras de mortalidad de niños menores a 5 años llegan a 147 mil por año.
Gobiernos asiáticos como el de China ha comenzado a establecer políticas para controlar la contaminación de los ríos. Desde el 2015, se han establecido leyes más agresivas como leyes que promueven la transparencia de auditorías, ley de impuestos para proteger el ambiente, ley de control de la contaminación del agua. Sin embargo, se han detectado que en algunas ciudades como Madhy, China, las autoridades locales tienen una relación cercana con los directivos de las fábricas como Grasim Industries, por lo que la violación de leyes cometidas no es castigada. (ChangingMarkers, 2017)
Si bien los gobiernos están comenzando a generar políticas ambientales para disminuir el impacto de estas industrias en sus países, estas no son suficientes. La gran cantidad de demanda por las empresas importadoras genera que las fábricas sigan trabajando en estas condiciones y violen las leyes. Es necesario que se tomen acciones globales, desde los grandes negocios, tomando más responsabilidad por asegurar una cadena de suministro más sustentable. Así mismo, desde el consumidor, tomando más conciencia sobre los materiales y lugar de fabricación de nuestras prendas.
Referencias y dónde aprender más
CNN (2020) Decenas de ríos contaminados en Asia por la industria textil.
HOWMUCH.NET (2019) Mapping Textile Exports by Country
TEXTILES AMERICANOS (2020) Asia: Un Creciente Mercado para Maquinaria Textil
GREENPEACE (2019) Trapos sucios: Contaminación tóxica del agua en China por marcas textiles internacionales.
SGT GROUP (2018) China Environmental Policy and the Textile Industry in 2018
DW DOCUMENTAL (2020) El río más contaminado del mundo
CHANGING MARKETS (2017) Moda Sucia: La contaminación en la cadena de suministros del textil está intoxicando a la viscosa.
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