Por Sofia Cacerez Valenzuela
Intentar entender las etiquetas de ropa es casi como descifrar un código. Esta es en
realidad, la única pista que tenemos para encontrar información (parcial) sobre nuestras
prendas. Las etiquetas están llenas de símbolos que aunque parezcan obvios, pocos saben
su verdadero significado. Además, si bien nos proporcionan información sobre el lavado,
secado y trato que debemos darle, no nos indican realmente el origen de las fibras que la
componen o una explicación clara de cómo se produjo la prenda.
La ropa debería etiquetarse al nivel de detalle que se etiquetan los alimentos. Sin embargo,
para lograr un cambio real-como sucedió con la industria alimenticia- es fundamental que
los compradores se sumen a un movimiento radical. Las etiquetas detalladas no deberían
ser una opción. Facilitar la lectura de este pedazo de tela debería ser una obligación de las
marcas con el consumidor. Hoy en día es una minoría quien ha empezado a ejercer el
cambio hacia la transparencia. Tanto consumidores como marcas, están alineandose hacia
un mismo fin: un consumo responsable de las prendas de vestir.
No muchos lo saben pero cuando se habla de ropa consciente, hay varias vertientes que
existen dentro de este universo de la ropa alternativa. Ropa ética, no es lo mismo que ropa
ecológica, ropa sostenible o slow fashion. Todos estos conceptos significan cosas diferentes
y es fundamental que el consumidor sepa entender cada uno de ellos. La ropa ética, hace
referencia a aquellas prendas que se produjeron velado por los derechos de las personas
que las fabrican. Las marcas que venden este tipo de ropa, garantizan unas mínimas
condiciones laborales en relación al sueldo, la salud y la seguridad del trabajador. Sin
embargo, cuando hablamos de ropa ética, no se está teniendo en cuenta el impacto
ambiental del proceso de producción.
La ropa ecológica, es aquella que sus materias primas vienen de cultivos ecológicos y
limitan el uso de materiales que afecten el medio ambiente. Las marcas ecológicas,
generalmente no tienen en cuenta dentro de sus prioridades, el bienestar de las personas
que intervienen en la cadena de producción. Ahora bien, la ropa ecoética o sostenible, es la
combinación de los dos conceptos: ética y ecológica. Las marcas sostenible buscan reducir
su impacto ambiental usando materiales poco nocivos para el medio ambiente y brindar a
quienes están involucrados en la cadena de producción, unas condiciones laborales dignas.
Finalmente, el concepto de slow fashion, hace referencia a la organización que agrupa
diseñadores, fabricantes y comercios de moda sostenible o ecoética.
Para sumarnos al movimiento de un consumo responsable, no basta con entender la
diferenciación de estos conceptos. Además, debemos entender la composición de la
información que leemos en las etiquetas y el tipo de certificaciones que existen para
garantizar el discurso de las marcas de ropa consciente. En este artículo te explicaremos
cómo entender las etiquetas y cómo diferenciar aquellas que le dan un valor agregado a la
prenda que estás comprando. La etiqueta de composición y conservación, es un elemento
de material textil que por obligación debe ir cosida en todas las prendas. La información que incluye es la siguiente:
1. Nombre, razón social o denominación del fabricante y su domicilio.
2. Número de identificación fiscal del fabricante, nacional o del importador.
3. Composición del artículo: en la etiqueta debe estar la descripción de los
componentes del artículo, excepto aquellos que su peso sea inferior al 30% sobre el
artículo total.
4. Símbolos de conservación: no son obligatorios pero son muy útiles, pues con ellos
es posible entender el cuidado que requiere la prenda. La durabilidad de la prenda
depende, en gran medida, del comprador. Por esto es tan importante analizar las
indicaciones y tomar responsabilidad frente a lo que se está adquiriendo.
5. Información adicional: se describe el número o nombre de referencia, color y código
de barras.
Actualmente, no existe un logotipo específico para identificar el textil sostenible, hay
diferentes certificados que te ayudan a saber qué estás comprando. Las marcas que
cumplen con alguna certificación, suelen ponerla en las etiquetas externas de la prenda. En
la industria de la moda, hoy en día se cuenta con tres tipos de certificaciones de calidad:
certificaciones ambientales, certificaciones ecológicas, y de responsabilidad social.
Oko-Tex:
Esta certificación garantiza la ausencia de sustancias nocivas en los textiles desde el
proceso de transformación, hasta el consumidor final. La misma certificadora, tiene el sello
leather standard para las prendas de piel y made in green, para garantizar que las plantas
de producción son ambiental y socialmente responsables.
Naturetextil IVN Best:
Es el certificado más riguroso: todas las fibras deben ser de producción ecológica, solo se
pueden blanquear las prendas con oxígeno y prohíbe las sustancias catalogadas por la
legislación europea como perjudiciales. Incluye las condiciones laborales de las personas
involucradas en los procesos de producción de las prendas.
Ecoetiqueta europea:
Evalúa el impacto medio ambiental de un producto durante su ciclo de vida: materia prima,
producción, distribución, uso y desecho.
AIAB (Associazione Italiana Agricultura Biologica):
Es un organismo de certificación italiano para fibras de producción ecológica. Garantiza que
el producto no tiene cloro o metales pesados en los tintes de las prendas.
OCS (Organic Content Standard):
Garantiza que la ropa tiene el porcentaje de fibra ecológica especificado en la etiqueta.
Made in Green:
Es una certificación del AITEX. Garantiza que la prenda: tiene ausencia de residuos, tiene
un sistema de producción ecológico y cumple con los estándares de responsabilidad social.
Sin embargo, esta certificación no indica que la fibra venga de agricultura ecológica.
GOTS (Global Organic Textile Standard):
Es la más conocida para las fibras que vienen de agricultura ecológica y es promovida por
las principales entidades de certificación ecológica.
Contar con certificaciones sostenibles es un gran paso para la industria de la moda. Sin
embargo, la desinformación por parte del consumidor y la complejidad de las etiquetas por
parte de las marcas, son problemáticas que aún se deben resolver. Establecer un sistema
estandarizado de etiquetas pareciera ser una solución pero la estandarización es difícil.
Este proceso implica que las empresas sean transparentes con su cadena de suministros y
permitan que las entidades recopilen estos datos. No tenemos esta información, porque en
general, las cadenas de producción en el sector de la moda, no son transparentes. Se
necesita del consumidor para que empiece a exigir a las entidades una regulación estricta
para todos. Y es que mientras esto no sucede, jamás podremos saber en realidad de dónde
viene nuestra ropa.
Referencias:
Planeta moda (sf). Certificado de moda sostenible. Recuperado de:
Chan, E. (2021). Etiquetar las prendas como hacemos con la comida: una vía para comprar
de manera más ecológica. Recuperado de: https://www.vogue.es/moda/articulos/etiquetas-ecologicas-moda-consumo-responsable
Peinor, M. (2018). Ropa consciente: guía rápida de certificados y etiquetas. Recuperado de:
Opazo, L. (2021) Cómo leer las etiquetas de la ropa para saber si es sostenible.
Recuperado de: https://www.eltiempo.es/noticias/como-leer-las-etiquetas-de-la-ropa-para-saber-si-es-sostenible
Mabille, M. (2022) Etiquetas de la ropa: ¿Cómo aprender a leerlas para ser más
responsables? Recuperado de:
https://www.vogue.mx/sustentabilidad/articulo/sustentabilidad-como-leer-las-etiquetas-de-la-ropa
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