Fuente: Natural-Dye-Yarns del Global Sustainable Travel Council
Si alguna vez asistes a un baño de tintura natural a fuego lento, conocerás la emoción discreta de ver la extracción de color de material orgánico. Envuelto por vapor, color y fragancia, la experiencia del teñido natural queda entre la cocina, la medicina y el arte, y se siente igual de primordial. Por una razón, es una práctica que tiene cuatro mil años (Ferreira, 2004) , y si ampliamos la definición del uso del tinte a la aplicación de pigmento, seremos llevados hasta los tiempos prehistóricos (Gürses et al., 2016).
El color del tinte puede ser de origen vegetal, animal, mineral o microbial (Sujata and Raja, 2014). Los orígenes más comunes del tinte azul son el añil, relacionado con el clima cálido y húmedo, y la hierba pastel (isatis tinctoria), la cual es cultivada en regiones más frías. La rubia roja (rubia tinctorum) nos ha dado el rojo por siglos y es generalmente extraída de las raíces. La goma laca y la cochinilla del carmín son derivados de insectos y dan morados y rojos brillantes. El amarillo es el más fácil de encontrar. La cúrcuma y la gualda son fuentes tan comunes como el arbusto Berberis, el árbol Kamala (Mallotus philippensis) y la flor Butea monosperma (Gulrajani, 2001). Dentro de la diversa y abundante ecología en la que vivimos, existen miles de fuentes de tinte cuyas características varían alrededor del mundo.
Las virtudes de estos materiales orgánicos como fuente de tinte son fáciles de identificar, pero sus méritos ecológicos también dependen de cómo son cultivados, cosechados y utilizados. Los materiales de tinte que son productos de desecho de otras industrias probablemente son ideales. La cáscara y el hueso del aguacate, por ejemplo, son solo un ejemplo de material de desecho de la industria alimenticia que puede ser utilizado. Emiten un color rosado delicado. Para fijar el tinte a la fibra, se puede considerar la elección de mordientes metálicos o de tanino. Algunos de los que son metálicos pueden ser peligrosos y requerir un manejo cuidadoso. Actualmente los sistemas de tintura natural parecen ser más manejables en pequeños proyectos, en los que por su tamaño es más fácil solucionar dichas inquietudes.
En la larga historia humana del uso de tinturas naturales, ha emergido la sintética solo muy recientemente. Fue en los principios a mediados del siglo XIX que surgió la investigación química de tinturas a través del trabajo de Griebe, Libermann y Perkin (Ferreira, 2014). Esta nueva clase de tintura vino de compuestos de alquitrán mineral, conocidos como tal, y también como tintes de anilina (Dharmsinh, 2016).. Tanto ahora como entonces los tintes sintéticos plantean riesgos a la salud. Algunos de los primeros tintes de anilina se hicieron fugaces por el sudor y el calor corporal, causando inflamación, sarpullidos, y enfermedad (Erdman, 2018).
Hoy, se reconoce que los tintes azoicos tienen efectos carcinogénicos y mutagénicos. Estos tintes pueden contaminar los sistemas de agua durante el proceso de producción, además de convertirse en una toxina para el cuerpo humano al usar el producto final. Nuestra piel es permeable, por tanto, siendo una vía a nuestra salud interna. Aún no se ha investigado profundamente el alcance total de las implicaciones de salud en cubrir nuestro mayor órgano con aquellos tintes sintéticos (White, 2019).
Puede ser que, al querer cambiar de fuentes sintéticas de tinte a fuentes naturales, las marcas y diseñadores encuentren que faltan instalaciones e infraestructura. Dicen que las técnicas para el teñido natural no son propicias a la industrialización debido a cuestiones de la fijación, velocidad, consistencia y el costo. El escalamiento para la industria es un obstáculo común cuando se trata de técnicas más ecológica y socialmente delicadas.
En vez de adaptar aquellas técnicas al actual modelo de producción, tal vez la respuesta sería adaptar los modelos a las técnicas. Dicho esto, han habido instituciones internacionales que han explorado maneras de ampliar sistemas de teñido natural (Gulrajani, 2001), y hay compañías buscando soluciones tecnológicas para hacerlo. Como el mercado del tinte natural fue pronosticado a crecer 11% entre 2019 y 2024 (Arizton Market Reports, 2019), su práctica está establecida a ganar dominio a través de varios medios.
Todavía se utiliza el teñido natural, aunque se estima contar solo con el 1% del sector textil teñido (Arizton Market Reports, 2019). Ese porcentaje representa grupos artesanales de pequeña escala continuando sus sabidurías tradicionales, aparte de diseñadores, conservacionistas, e instituciones académicas. Por ejemplo, el pueblo Kuba de la RDC tiñen fibras tejidas de la palmera Raphia vinifera. El pueblo de Sololá, Guatemala tiñen los hilos para su algodón tejido o quilip de lana. También se encuentra la teñida lana tejida de los Zapotecas en el valle central de Oaxaca, México (Gulrajani, 2001). Algunos lugares han ganado una asociación especial con ciertos tintes, por ejemplo Kioto y Tokushima en Japón con el añil.
Los tintes naturales son una expresión del ambiente natural - del clima, la geología y la geografía. Cuentan una historia de su lugar de creación y los cambios temporales anuales o hasta diarios. El teñido natural da la oportunidad al humano a conectar íntimamente con el estado y la condición de los recursos naturales a su rededor y por lo tanto a integrarse aún más con su comunidad local. Los colores del tinte vuelven una bandera simbólica, un reflejodel lugar y la gente que los creó. Teñidos por ellos, nuestra ropa nos puede convertir en un espejo de los lugares que llamamos de casa.
BIBLIOGRAFíA:
1. Ester S. B. Ferreira, Alison N. Hulme, Hamish McNab and Anita Quye (2004).The natural constituents of historical textile dyes. The University of Edinburgh and National Museums of Scotland. 2004.
2. Gürses et al. (2016).Dyes and Pigments. Springer Briefs in Green Chemistry for Sustainability.
3. Sujata Saxena and A.S. M. Raja (2014). Natural Dyes: Sources, Chemistry, Application and Sustainability Issues.Central Institute for Research on Cotton Technology, Mumbai, India.
4. M L Gulrajani (2001). Present status of natural dyes. Department of Textile Technology, Indian Institute of Technology.
5. Dr. P. A. Joshi Dharmsinh. (2016). Dyes and Intermediates. Desai University.
6. Edwina Erdman. (2018). Fashioned From Nature. Edited by V&A Publishing.
7. Rebecca Burgess with Courtney White. 2019. Fibershed.
8. Arizton Market Reports. 2019. Natural Dyes Market Analysis.
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