Por Evangelina Sosa
Los materiales sintéticos creados de forma artificial por medio de procesos
químicos, simplificaron el desarrollo de la industria textil, sin embargo la
mayor parte de estos productos poseen un alto impacto ambiental en su ciclo
de vida.
La demanda del fast fashion impulsó el desarrollo de prendas con el objetivo
que no tengan arrugas, que sean fáciles de planchar, que sean resistentes a
las manchas y que sean durables entre otras funciones. La desventaja de
estos desarrollos es el agregado de químicos al proceso de fabricación a
niveles que pueden ser perjudiciales para nuestra salud y el ambiente.
Uno de los productos del rubro textil con mayor impacto ambiental es el
poliéster. Este producto es un derivado del petróleo, y está presente en más
del 50% de las fibras que se producen y que utilizamos a diario. Creado de
forma sintética, también es conocido como PET (poliéster termoplástico)
permite la elaboración de microfibras que se aplican a diferentes usos, como
en la ropa deportiva por su absorción aunque en algunas personas provoca
diferentes reacciones en la piel por que no permite una buena respiración.
El bajo costo económico de este material, comparado con otros como el
algodón, es la característica que le permite al poliéster, ser la primera opción
de la industria del fast fashion.
Publicidad vs acciones concretas
Durante la pandemia en el 2021, se comunicó el lanzamiento de una ambiciosa iniciativa llamada WRAP 2030, que busca transformar la industria textil en favor a la circularidad.
Esta iniciativa, es en esencia un acuerdo voluntario donde algunas marcas líderes del fast fashion hicieron visible su compromiso para tomar acciones y reducir las emisiones de carbono que generan con su actividad.
Sin embargo ya se recibieron diversas críticas afirmando que estas acciones son estrategias de marca y que no ofrecen soluciones concretas. Mientras algunos sectores de la industria buscan desarrollar nuevos productos y alternativas sobre la producción que ya conocemos, existen diseñadores y emprendedores que están creciendo y ofreciendo alternativas
sustentables.
La marca de moda sustentable animaná, trabaja hace más de 10 años con artesanos de los andes. Su proyecto se basa en el trabajo colaborativo utilizando fibras naturales y valorizando las técnicas textiles tradicionales, lo que permite transformar a las familias en emprendedores y potenciar su crecimiento.
Trabajar en la transformación de la cadena de valor de la moda, ofrecer alternativas innovadoras que generen un impacto positivo y generar conciencia en el consumo es la propuesta de Animaná por sobre fast fashion. Es importante mantenerse informado para decidir con criterio a la hora de comprar o recomendar productos, ya que muchas marcas utilizan materiales sintéticos e incluso promueven el “reciclado” de material plástico para
producir nuevas prendas, minimizando el impacto de combustibles fósiles y el impacto de las fibras sintéticas en el ambiente.
Fuentes:
Imagen “Licence to greenwash” de Changing Markets Foundation.Disponible
en: http://changingmarkets.org/wp-content/uploads/2022/03/LICENCE-TO-
GREENWASH-EX-SUMMARY.pdf [se accedió el 7 de abril 2022]
“Fossil Fashion” de Changing Markets Foundation. Disponible en:
https://changingmarkets.org/portfolio/fossil-fashion/ [se accedió el 7 de abril
2022]
“Sustainable fashion and textiles” de WRAP. Disponible en:
https://wrap.org.uk/taking-action/textiles [se accedió el 7 de abril 2022]
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