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HechoxNosotros

El regreso del algodón nativo como alternativa sustentable

Desde HechoXNosotros trabajamos hace más de 10 años fomentando el desarrollo de las cadenas de valor de las materias primas andinas más finas, entre ellas las obtenidas de animales como la llama, la alpaca, la vicuña y el guanaco, aunque también la seda y una variedad de algodón orgánico nativo que ofrece una gran variedad de colores y texturas naturales como solución a los problemas que ocasiona el cultivo del algodón blanco.


A la variedad de algodón con la que trabajamos se la conoce como “cultivado naturalmente” porque es labrado sin el uso de agroquímicos sintéticos tales como fertilizantes o pesticidas y sin alteraciones genéticas en sus semillas, lo cual hace el proceso orgánicamente correcto.


La agricultura orgánica es un sistema de producción que protege la salud de los suelos, los ecosistemas y la gente, de acuerdo a una serie de estándares de cultivo orgánico internacionalmente reconocidos que dependen de procesos ecológicos, biodiversidad y cosechas cíclicas que se adapten a las condiciones locales.


Ambas variedades, el algodón Pima, conocido por su fibra larga, y su ancestro, el algodón nativo, son tipos de algodón cultivados principalmente en Perú. Este último es extremadamente durable y absorbente, y se lo considerado uno de los blends de algodón superiores. Además, el algodón nativo se presenta de forma natural en varios colores que crecen en el desierto. Sus fibras toman los colores del suelo, vistiendo el blanco, dorado, vicuña, colores tierra rojizos y anaranjados. Esta variedad representa la cultura de comunidades que guardan en sus semillas y formas de cultivo, recolección y tejidos, secretos ancestrales como patrimonio de la humanidad.


En el Perú ancestral, hace 5000 años aproximadamente, las personas cultivaban este algodón para satisfacer sus necesidades de vestimenta y pesca. Sin embargo, durante el siglo XX, el algodón nativo fue reemplazado por el algodón blanco, que presenta menores costos y permite el uso de tinturas químicas de una variedad amplia de colores, con la contracara que consume un enorme porcentaje de pesticidas a nivel mundial, millones de litros de agua y procesos de cultivo que propician la desertificación del suelo y la pérdida de hábitats nativos y fauna local, además de ser una de las mayores fuentes de trabajo esclavo en el mundo. El algodón orgánico trata de limitar varios de estos daños, y lo logra en parte, pero su cadena de valor dista de ser ética y trazable.


Afortunadamente, luego de haber desaparecido durante un siglo, el algodón nativo está volviendo a ser valorado y usado por la industria de la moda sustentable. HechoXNosotros continúa fomentando el desarrollo y producción de esta fibra natural en comunidades andinas de Argentina, Bolivia y Perú.

Foto Cortesía Dr James M. Vreeland, Jr/Naturtex

A propósito, la escritora Cristina Gutierrez acaba de publicar el libro Lambayeque: Algodón orgánico y artesanía textil, y lo presenta el 26 de octubre en el Auditorio de la Universidad de San Martín.


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