Hecho x Nosotros trabaja para crear puentes entre artesanos y consumidores, promoviendo oportunidades de desarrollo para las pequeñas economías con prácticas respetuosas con el medio ambiente. En esta ocasión nos asociamos con un grupo cooperativo de General La Madrid, provincia de Buenos Aires, que consigue inclusión social por medio de una cadena de valor textil colaborativa.
El Foro de Moda Ética Latinoamerica trabaja en fortalecer este tipo de alianzas entre actores sociales, para escalar soluciones locales efectivas en diferentes mercados.
La historia de Manos del Salado empieza en 2006, cuando un grupo de productores de lana asesorados por INTA (Instituto nacional de Tecnología Agropecuaria) se vieron frente al problema de no poder cubrir los gastos de producción ya que el dinero que recibían por la venta de su producto era muy bajo. Pensando en cómo generar valor agregado para sus lanas, se informaron sobre los trabajos que había desarrollado el INTI con grupos de mujeres en situación vulnerable.
Se convocó a un grupo de mujeres de la zona que estuvieran interesadas en hilar y tejer la lana producida, con el fin de consolidar una Cadena de Valor Textil Inclusiva, que genere progreso económico y social para todos los pobladores de la zona, cumpliendo con los protocolos de producción y gestión elaborados por el INTI, bajo las pautas del comercio justo y con certificación grupal de la calidad de los productos.
Acompañadas por el INTA se han ido conformando grupos de mujeres artesanas que trabajan en conjunto, para el desarrollo sustentable y desde el valor del arraigo.
A través del fortalecimiento productivo y organizacional del emprendimiento, se busca dar respuesta a la demanda del territorio por trabajo genuino y de calidad humana.
Generando una cadena de valor propia, ésta comunidad puede resolver problemáticas específicas de su entorno, con recursos locales y sin la poner en riesgo los medios naturales de los que dependen, ni comprometer la calidad de vida de otros.
Este es un claro ejemplo de cómo avanzar con objetivos de desarrollo sustentable mundial, a través de soluciones locales. El cambio sistémico empieza desde nuevos enfoques de producción que no dependan de una demanda inmensa, que solo puede cumplirse con prácticas nocivas para la sociedad y el ambiente.
La producción masiva que exige bajísimos costos resulta imposible de cumplir dando salarios justos, y también conlleva un gran desperdicio de recursos y mucho daño ambiental.
Un modelo de negocio de éste tipo, funciona generando el máximo de beneficios para los trabajadores, sin depender del consumo masivo. Trabajando a nivel local, estas mujeres generan recursos para su entorno próximo, fortaleciendo los lazos humanos y fomentando la cooperación entre personas. Este aspecto social es de gran importancia para la consolidación de la identidad de los individuos y de la comunidad en general, que fortalece su cultura y sus costumbres.
Las culturas están fuertemente conectadas al conocimiento del territorio y un mejor manejo de los recursos. Son fruto de la experiencia conjunta de los habitantes de ese ambiente natural especifico, son conocimiento, estrategias y soluciones acumuladas en el tiempo, que deberían ser tomadas en cuenta al buscar soluciones para el futuro.
Estas mujeres encontraron en el trabajo artesanal una solución a las necesidades actual de sus familias y un medio para la autorrealización.
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